Sobre nosotros
Hemos rehabilitado un viejo corral, ahora convertido en Casa La Moleta, un espacio tranquilo, acogedor y lleno de encanto. Además, tiene a su disposición el antiguo horno árabe del barrio de Los Corrales restaurado.
Historia
Cedramán, una pedanía de Castillo de Villamalefa, está situada a 600 m de altitud junto al río Villahermosa. Su origen data de la reconquista cristiana por Jaime I en 1242. Su nombre y origen provienen del último rey almohade de Valencia, ”Abu-Zayd 'Abd-ar-Rahman” (Ceid - Raman), quien se convirtió al cristianismo para mantener las tierras del Alto Mijares. En Cedramán nació uno de sus hijos, Aba-Omahet (Alda Ferrándis), y en memoria de este acontecimiento se concedieron muchos privilegios que se mantuvieron hasta el final de la Primera Guerra Carlina de 1840.
En aquel conflicto armado, los habitantes del pueblo apoyaron la causa isabelina. Tras ser derrotados por los carlistas, 75 personas fueron detenidas y fusiladas en Vistabella del Maestrazgo en los días siguientes, una cifra notable para un pueblo tan pequeño.
Aún se conservan arcos de su antiguo palacio, conocidos como El Porche, y varios hornos de origen árabe distribuidos por sus cuatro barrios. Además, cuenta con las ruinas de la vieja serrería, la antigua central eléctrica de Cedraman que suministraba energía a las localidades de Cedraman y Zucaina, el antiguo puente por donde se accedía al pueblo y multitud de cuevas y minas de plomo y galena que antiguamente fueron explotadas y que en tiempos de la Guerra Civil sirvieron de refugio para los vecinos.
Tradiciones
Durante siglos, el agradable clima de Cedraman y la gran cantidad de fuentes que lo rodean atrajeron a las mujeres de los pueblos del condado a la hora de dar a luz. Así pues, era tradición que las mujeres parieran en la casa donde había nacido Aba-Omahet, la cual recibe el nombre de La Paridera. En la actualidad, de este palacio solo se conservan tres arcos, conocidos como El Porche.
Sus fiestas patronales se celebran en junio, donde se venera a Sant Joan Baptista, y en la segunda semana de agosto.
Naturaleza
Su clima es seco, frío, fresco y saludable. Las lluvias suelen predominar en primavera y otoño. Por todas partes nacen fuentes de aguas cristalinas.
La superficie es muy montañosa; un terreno escabroso, quebrado, arcilloso, ferruginoso y arenisco, del que destaca el arisco "Estrecho de la Jara". Un lugar que, separado por el río Villahermosa, forma una zona de acantilados de gran valor paisajístico.
Entre la maleza de sus montes abundan las especies como: perdiz, conejo, tordo, paloma torcaz, jabalí, águila perdicera, buitre, cabra hispánica, zorros... Es uno de los pocos ríos que conservan la trucha autóctona.
En la flora suelen abundar pinos, carrascas, viñas, higueras, chopos y otros muchos árboles y arbustos típicos de la zona. En cuanto a flores, la más abundante es el lirio morado.